Descripción
Como el rugido de una canción urbana, el pulso de la fotografía a ras de suelo permite palpar el desenfreno de la agitación callejera.
En una búsqueda irreverente e ilógica de la energía que produce el “kaos” sostengo en 30 notas los apuntes de un espejo que mira en dos direcciones a una ciudad frenética confusa y dinámica enfrentada a una polaridad sistemática. Sus direcciones, oscilantes y sin un rumbo definido se muestran como la propia filosofía que acompaña el taoísmo; la luz es un camino y su antagónica oscuridad otro igual. Continúa leyendo….
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