Descripción
NUNCA FUE DE LOS NUESTROS
De pronto la oscuridad cayó a plomo en los bajos, mientras los gritos sonaban al compás de fogonazos de luces azules y rojas a la vez que las corbatas y acreditaciones, bailaban como si de una coreografía se tratase retransmitida en directo por los walkitalkies.
Me desperté de un salto del sofá. Olía a pelo quemado, pero aún tenía el pitillo entre los dedos. Cualquier día este zulo acabará ardiendo. Quizá sea la única manera de que el ruin del casero le dé una mano de pintura a este cuchitril. Continúa leyendo….
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