Adictos al Regimen por Luís Camacho

Los rostros de la nostalgia 

Estaba distraído tomando unos vinos en un bar, mientras en la televisión un reportaje hablaba del resurgimiento del neofacismo en Europa. De repente un paisano escupió exaltado a voz en cuello… “En España no acaba de llegar el nuevo porque el viejo nunca se fue”. Su interlocutor se limitó a afirmar con un leve movimiento de cabeza, mientras apuraba su sol y sombra, justo antes de señalar al camarero con un gesto para que les sirviera otra ronda. 

Yo, un fotógrafo hijo de la transición para el que estas cuestiones estaban enterradas y superadas, estaba escuchando acodado en una esquina de la barra. Había sentido el ruido a mi alrededor desde la niñez, tanto en mi casa como en los medios para los que llevo años trabajando, pero nunca me había parado a reflexionar en profundidad sobre el tema. ¿Realmente sigue existiendo hoy en nuestra sociedad democrática alguien que de manera “real” añore los tiempos del viejo fascismo? Aquella conversación sembró en mi la semilla de la curiosidad y me animó a coger la cámara, buscar a los nostálgicos del régimen y ver si realmente estaban tan anclados en el pasado, o sencillamente era una crónica de actualidad más, para crear controversia y generar contenidos. 

Qué mejor día para empezar con mi proyecto que un 20 de noviembre en la Plaza de Oriente de Madrid. Durante décadas la balconada del Palacio Real fue el lugar emblemático del régimen desde el que Franco arengaba a miles de españoles, que acababan exaltados cantando brazo en alto el “cara al sol”. Aún hoy, más de cuarenta y cinco años después de muerto, las concentraciones siguen celebrándose cada año en esa plaza, que aunque mucho menos concurridas, son parte del repertorio simbólico de los nostálgicos. 

Allí conocí a gente de todos los extractos sociales con historias inimaginables. Atrapados en el pasado, melancólicos empedernidos para los que aquel tiempo fue mejor, ciudadanos de a pie que se sienten herederos del legado del dictador, simpatizantes de la ultraderecha, ultras renovadores, tradicionalistas o falangistas carlistas… que se niegan a enterrar de una vez por todas, lo que significó para este país cuarenta años de dictadura. 

Sólo faltaba encontrar el estilo que mejor reflejara a mis protagonistas. Muchos de ellos querían posar delante de mi cámara orgullosos de los símbolos pre-constitucionales que portaban y decidí que era importante que tuvieran peso en las imágenes. Además, vi claro que tenía que hacerlo a través del retrato directo, frontal, muy cercano y a golpe de flash. Las imágenes pueden intimidar, crear simpatía o rechazo… eso dependerá de tu mirada como espectador, pero mi intención como autor no es decirte lo que tienes que pensar, en todo caso incomodarte y que te hagas preguntas. Lo que está claro es que como decía el paisano del bar “siguen estando aquí” y son algunos de los protagonistas de esta selección de la serie que forma Adictos al régimen.

Luis Camacho