Inseparables, así son los reflejos de la calle. En un mundo donde la realidad y el reflejo se entrelazan en una nueva dimensión, el charco se convierte en un espejo mágico, y los cristales se convierten en ventanas hacia realidades paralelas.
La fusión entre el reflejo y la realidad crea una nueva verdad, una visión alterada que desafía nuestros sentidos. ¿Qué es más tangible: lo que ven nuestros ojos o la imagen que se construye al combinar ambos mundos? Los límites desaparecen, los contornos se entrelazan y somos testigos de una fascinante transformación.
En esta sinfonía de reflejos, el tiempo se detiene y todo se vuelve susceptible a la metamorfosis. Nos sumergimos en este juego de ilusiones y verdades ocultas, navegando entre las líneas que difuminan lo palpable y lo efímero.
“Inseparables” nos invita a cuestionar nuestra percepción, a sumergirnos en estas nuevas realidades creadas por la fusión entre el reflejo y la realidad. En esta intricada simbiosis, descubrimos la belleza de la incertidumbre y la capacidad de transformación presente en cada instante. Nos fusionamos con los reflejos, trascendiendo los límites de nuestro ser y abrazando la dualidad que define nuestra existencia.