Historias del Metro por Chus Martín

Julio 2015. Dos señoras entran en el vagón y se sientan justo enfrente. Tomo una foto discretamente con el móvil – sí, tiene que ser en blanco y negro, me lo pide. La subo a Instagram antes de que termine el viaje.

Me había propuesto hacer al menos una foto al día y no era la primera vez que lo que había llamado mi atención ocurría en el suburbano (al ir a trabajar en transporte público, el tiempo muerto del metro era perfecto para ello). Pero cuando subí esa foto, algo se me quedó rondando por la cabeza. Y una foto siguió a otra, siempre disparadas con el móvil y compartidas en el momento. Así nace la serie “Historias del metro”, que siete años y una infinidad de fotos después, al fin salta de la pantalla a las páginas de un fanzine.

Como escribió Marc Augé en su libro El viajero subterráneo. Un etnólogo en el metro: “[…] mis itinerarios son semejantes a los de los demás, con quienes me codeo cotidianamente en el metro sin saber a qué colegio han ido, dónde vivieron y trabajaron, quienes son y adónde van, siendo así que en el momento mismo en que nuestras miradas se encuentran y se apartan, después de haberse demorado a veces un instante, esas personas están tal vez, también ellas, tratando de establecer un balance, de recapitular una situación o ¿quién sabe? de abordar un cambio de vida y, accesoriamente, un cambio de línea de metro.