Los Olvidados por Víctor Gualda

Jaibo.- …pues la comida no estaba tan peor, además yo agarré la mejor cama, pero por siempre es mejor la calle (…) Los olvidados (Luis Buñuel)

Mientras Madrid agoniza lentamente a la espera de la pócima que la vuelva a resucitar, mientras los políticos vomitan intenciones, pero no soluciones, mientras los ciudadanos con carnet, se lamentan de las injusticias de postureo de moda, un pequeño grupo de valientes anónimos e indocumentados siguen luchando por sobrevivir cada día en las peores condiciones. 

Estos superhéroes y superheroínas que transitan desapercibidos por las calles de cada ciudad, fagocitados por la masa de turistas y por las luces de neón de las tiendas o la festividad de temporada, han aparecido de la nada en estos tiempos, ante los ojos de muchos, pero la realidad es que siempre estuvieron ahí, buscándose la vida como buena o malamente pudieron. Antes, durante y después de la pandemia, han luchado por sobrevivir hasta las últimas consecuencias, hasta el último aliento. A veces mejor, otras peor, pero siempre con la calle como escenario. Anónimos actores protagonistas a los que hipócritas tertulianos de salón desprecian en silencio, porque es políticamente incorrecto hacerlo en público y piensan que eso es suficiente para salvar sus almas y poder contar con orgullo, lo buenas personas que son. 

La realidad que muchos tratan de ocultar bajo el palio de la religión, la raza, la orientación sexual o el dinero, es que todos somos iguales, o acaso no nacemos, lloramos, reímos, somos orgullosos o vanidosos, nos enfadamos cuando somos despreciados, tenemos miedos que nos atenazan, cualidades ocultas, víctimas de nuestro propio destino… hasta que todos, sin excepción, morimos. Aunque a muchos les joda, los olvidados estaban, están y seguirán estando ahí, para demostrar que somos una sociedad fallida. Y si no me crees, sal a la calle y abre por una vez los ojos.

Víctor Gualda